domingo, noviembre 19, 2006

La kaleborroka pepera

Al hilo del pensamiento en el desánimo que crea la alarma social sobre las denuncias de casos de corrupción estaba pensando en otro desánimo, el que genera la irresponsabilidad de algunas gentes que optan a gobernarnos. Me refiero a la embustera sin vergüenza María del Carmen Guijorro y sus palmeros.

Cada vez que creo que mi capacidad de asombro está saturada llegan ellos y me vuelven a asombrar. Y con mucho asombro he leído en las últimas semanas cómo cuentan su versión sobre la deserción que protagonizaron el día 27 de septiembre del Pleno Municipal. ¿Ofendidos porque les acusaron de ser herederos de su pasado tras afirmar que Primo de Rivera fue el precursor de las libertades femeninas? ¿Eso justifica que el concejal número dos y ex - teniente de alcalde del PP, Manuel Torres, insulte al portavoz del PSOE llamándole, además de “muerto de hambre” y otras lindezas , etarra? Mientras todo el equipo de gobierno asistía atónito al bochornoso espectáculo protagonizado por los concejales del PP, Manuel Torres fue llamado al orden por el Alcalde en tres ocasiones, lo que provocó su expulsión del Pleno. Puede presumir del dudoso honor de haber sido el primer concejal de la democracia expulsado del Pleno, el acto en que la representación de la soberanía popular debería dar ejemplo. Al tiempo, su padre gritaba también desde el público insultando al portavoz socialista en actitud retadora. ¿Hubieran estado dispuestos a pelearse? ¿Este es su concepto de democracia?

Siento vergüenza ajena por estos hechos, que sólo me confirman que esta gente está a pocos pasos de quemar contenedores o autobuses con tal de mandar. Y me pregunto además ¿si el lugar de procedencia de una persona les permite llamarle etarra, qué pensarán del resto de los vecinos de San Martín que no estén afiliados a su partido y no hayan nacido aquí?. Dan miedo, mucho miedo. Espero que tengan a bien moderar la manifestación de sus instintos, ya que no creo posible que de verdad se eduquen a estas alturas de sus vidas en el ejercicio de la democracia. A nosotros siempre nos distinguirá que a pesar de sus pensamientos les aceptaremos.

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